La calidad es un concepto importante para satisfacer las necesidades de la infraestructura requerida por la sociedad moderna, en un mundo globalizado y altamente competitivo.
Como todas las obras de infraestructura que requiere la sociedad moderna, es fundamental la calidad con la que deben concebirse, proyectarse, construirse y conservarse para que cumplan adecuadamente con la función a desempeñar en el contexto en que deben participar, cada vez más complejo y exigente por las características en que se desarrolla actualmente la humanidad.
Tal es el caso de las vías terrestres como carreteras, vialidades urbanas, aeropuertos, ferrocarriles y pisos industriales que constituyen elementos fundamentales para el desarrollo económico, la integración territorial y acceso a toda clase de servicios por mencionar algunos de los factores en que participan; ofreciendo a la población condiciones de un tránsito seguro, cómodo, eficiente y económico, que deben además satisfacer las exigencias de organismos públicos y privados, inversionistas, ambientalistas y de la sociedad en general, quien además contribuye con el pago de impuestos para su realización.
Por otro lado, debe considerarse que la inversión en la construcción y conservación de las vías terrestres es muy importante, por lo tanto las obras deben ser durables, resistentes, que requieran de un mantenimiento mínimo, resiliente y sustentable.
De lo antes expuesto resalta la importancia de la calidad en todo el proceso, desde la planeación, estudios y proyectos, así como la construcción y conservación de esta importante infraestructura.
Proceso de participación de la calidad
Inicia con determinar la necesidad de una obra, que surge de un organismo público o privado que con estudios y análisis cuidadosos define el tipo de obra, así como requerimientos y nivel de calidad que deben establecerse para que la obra cumpla con sus funciones, integrándose en forma clara y precisa.
Acto seguido, el organismo debe elegir al grupo de trabajo integrado por ejecutores de estudios y proyectos, diseñadores, constructores, supervisores y de forma evidente los encargados del control de calidad de la obra, eligiendo a los especialistas en cada aspecto, analizando los currículos individuales que, a su juicio, puedan cumplir satisfactoriamente con su tarea; sin descartar la presencia de proveedores, consultores y asesores, iniciando de esta manera el proceso de control de calidad.
De preferencia profesionales con estudios de posgrado, peritos certificados en diferentes especialidades, etcétera. Asimismo, contar con laboratorios certificados y estableciendo protocolos para el control y aseguramiento de la calidad.
Por: Ing. Manuel Zárate Aquino,
Director General de Geosol, S.A. de C.V.