El valor de la producción generado por las empresas constructoras registró una caída en términos reales de (-) 0.8%, cifras nada alentadoras para la industria de la construcción que repercuten en el nulo desarrollo de la nación.
El sector de la construcción es proveedor de dos terceras partes del capital existente de la economía y contribuye con una quinta parte del crecimiento de la misma, además impulsa a otros sectores de la actividad económica. Aun y cuando las mediciones actuales han podido cuantificar la importancia del sector desde el punto de vista económico, no existen mediciones para cuantificar la importancia desde el punto de vista social. Por tanto, una mejora en la cuantificación de los beneficios económicos y sociales impulsaría la inversión pública.
Un periodo negativo para el sector
La industria de la construcción fue la más afectada durante este año, con diciembre se sumaron 11 meses consecutivos con racha negativa. La actividad industrial dentro de este sector en 2019, contrasta de manera importante con la variación anual media del año previo que ascendió a 1.0 por ciento.
En la clasificación por tipo de subsector, los servicios relacionados con las construcciones presentan el peor dinamismo, con 18 meses de crecimientos negativos y una caída promedio de 13.1% durante el 2019. La caída en el personal laboral en comparación al año anterior tuvo una caída del 1.5%.
Reactivar inversión
La agencia calificadora HR Ratings consideró en un reporte que “la construcción podría indicar el inició de un cambio de tendencia”, y lo relaciona con un cambio en la política fiscal ocurrido a partir de julio, con el objetivo de reactivar la inversión física presupuestaria en el rubro de comunicaciones y transportes.
Por: M.I. Julio Hernández Vera,
Administrador General en Servicios Profesionales en Infraestructura y Urbanización S.A. de C.V.