Ante un panorama de recuperación económica para las empresas, el compromiso de los colaboradores es indispensable para reactivar el negocio. Es por esta razón que los ambientes organizacionales saludables son importantes para conseguir los objetivos programados.
Un ambiente organizacional tóxico no es bueno ni para los trabajadores y mucho menos para las empresas. Especialistas coinciden en que los entornos de trabajo desfavorables explican la falta de conexión de los colaboradores con los objetivos de la organización y, por supuesto, la fuga de talento. Hay algunos síntomas claros que indican que el entorno organizacional es desfavorable.
1.DESILUSIÓN
Este síntoma se caracteriza por la ausencia de una conexión emocional con el trabajo, no hay compromiso interno y los colaboradores no están alineados con el propósito superior de la empresa. En este punto, los trabajadores son apáticos, están aburridos, enojados y con miedo.
2.DESINTERÉS
Si el síntoma anterior no se atiende, se llega al desinterés. Éste se presenta porque el trabajador no se siente valorado ni por la empresa o los jefes; no percibe una preocupación genuina del empleador por su bienestar. El desinterés desencadena falta de compromiso de los trabajadores y son indiferentes a lo que pase con la organización.
3.DESORGANIZACIÓN
El tercer síntoma de esta enfermedad llamada ambiente organizacional tóxico es una total desorganización. En este nivel, los valores corporativos no se viven, cada área tiene criterios diferentes para tomar decisiones. Una de las consecuencias de este síntoma es la violencia laboral, porque no se respetan los valores de la organización y cada departamento se preocupa únicamente de sus asuntos, la visión es individual y no holística.
Por: María Vallejo
Reportera