Las sociedades, según avanzan tecnológicamente, también reflejan cambios en sus valores, los cuales fortalecen la identidad de las distintas generaciones. Lo mismo ocurre en el mundo de los negocios, ya no basta con ser una empresa exitosa sólo por ofrecer un buen producto o servicio, ahora también es importante promover valores sociales.
Las empresas deben comprender que la diversidad e inclusión no son lo mismo, pero siempre van de la mano.
• La diversidad es una realidad de nuestra sociedad que tiene que ver con ciertas diferencias físicas, cognitivas, ideológicas o de pensamiento, que enriquecen cualquier ámbito de discusión y acción: género, raza, nacionalidad, religión, identidad, preferencia sexual, clase social, formación, experiencias profesionales o historias de vida, entre otras.
• La inclusión está ligada a reconocer el valor de cada individuo como persona, independientemente de su condición, y hacerlos partícipes de un equipo, de un objetivo o de un propósito.
Las empresas tecnológicas están construyendo el futuro, si no existe una representación de todas las voces, estaríamos arrastrando la discriminación. El avance tecnológico debe darse con representación de todas las voces, esto es fundamental para construir sociedades inclusivas y evolucionadas, no sólo tecnológicamente, sino también en la aplicación de valores sociales.
Por: María Vallejo
Reportera