“El agua podemos controlarla y aprovecharla hasta cierto punto, pero nunca la dominaremos.”
En México tenemos la fortuna de contar con una historia rica en cuanto a hidrología, y puedo decir que hemos sabido cómo aprovecharlos recursos. Desafortunadamente, con el paso del tiempo y con la afectación global del cambio climático que se ha observado, nuestros microclimas van cambiando y estos mismos recursos han afectado nuestra forma de vida, apreciándose mayormente en las urbanizaciones, acrecentando con el pasar de los años, y más aún con la necesidad de espacio que se ha venido adquiriendo con el crecimiento exorbitante de las urbes. Hemos truncado, y muchas veces desaparecido los medios naturales que existían para poder desahogar las grandes o pequeñas lluvias, así como los gastos provenientes de salidas naturales, y sumando las descargas que hacemos de nuestros hogares e industrias. Esto ha presentado a la sociedad una grave calamidad, peligro y molestia para todos los habitantes de la urbe en épocas de lluvias y/o con lluvias extraordinarias.Últimamente se han observado precipitaciones casi históricas en períodos relativamente cortos en lugares como Tabasco, Oaxaca, Guadalajara, Ciudad de México, etcétera; estos fenómenos naturales y reclamos de los cauces que hace el agua provoca inundaciones fuertes.
Preguntas y respuestas
Todo esto nos ha dejado a los ingenieros con una pregunta muy importante ¿Qué es lo que podemos hacer para evitar que siga pasando?, y más si las soluciones tradicionales ya no nos dan abasto o ni siquiera presentan una ayuda. Afortunadamente existen soluciones. En México, si bien se han presentado algunos de estos proyectos, todavía falta que se integren a nuestras redes e infraestructuras. Son modelos bastante efectivos con mucha facilidad de adaptación, modelos que se presentan en la actualidad en países como Francia, Japón, Alemania por decir algunos, y que nos sirven como referencia exclusiva, debido a que la situación tanto geográfica como fenomenológica es diferente en cada país y se pueden adaptar a las situaciones específicas requeridas. Estamos hablando de los depósitos de retención y/o elementos de reducción de picos; estructuras diseñadas como su nombre lo dice para retener las avenidas o servir como depósitos para los gastos salientes o entrantes a las ciudades, pero con doble o triple utilidad, lo que les aumenta el valor y la relevancia dentro de nuestros ambientes urbanos.
Por: Ing. Emmanuel Horta Macmanus, Si desea conocer el texto completo busque nuestra edición de Marzo en todos los Sanborns del país.