Durante el 2021, las empresas mexicanas han enfrentado simultáneamente dos escenarios que las obligan a realizar transformaciones profundad en su manera de operar. La primera es, por supuesto, la pandemia y sus consecuencias, la segunda es la Reforma Laboral, presentada por la Secretaria de Trabajo y Previsión Social como un nuevo modelo.
El año comenzó con la puesta en vigor de la regulación del trabajo a distancia en respuesta al crecimiento exponencial que tuvo esta práctica a causa de la crisis sanitaria. Pese a ello, el cambio más trascendente que trajo consigo la nueva legislación fue en torno al llamado outsourcing.
El punto clave de la reforma es la prohibición de la subcontratación de personal, perse a que sí se permita la de servicios especializados o de ejecución de obras especializadas que no formen parte del objeto social ni de la actividad económica preponderante.
“Después de una experiencia tan difícil como ha sido la pandemia, las organizaciones tenemos un gran interés en fortalecer el mercado laboral y desarrollar el potencial del talento humano, por lo que hemos estado atentos a las implicaciones de la reforma, que afecta lo mismo a la Ley Federal del Trabajo, que a la del Seguro Social, la del Infonavit, el Código Fiscal de la Federación, la ley del ISR y la del IVA, entre otras”, señala Mauricio Reynoso, Director General de AMEDIRH.
La subcontratación de servicios u obras especializadas necesita que las empresas contratistas estén registradas en el padrón público a cargo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), por lo que las empresas deben estar atentas a este requisito.
“De otro modo, las sanciones para el outsourcing ilegal serán sumamente severas, pues se le equiparará a defraudación fiscal, con multas que en algunos casos podrían alcanzar cifras millonarias”, advierte el directivo.
En el país hay muchas empresas que utilizan la subcontratación de servicios que no corresponden a su core business, como limpieza, comedor, seguridad y contabilidad, entre otras, para hacer más fácil la gestión de recursos humanos, así como reducir tiempo y costos.
No obstante, un operativo realizado por STPS reveló que se trata de una práctica muy extensa que afecta a los derechos laborales de millones de personas, pues no les permite generar antigüedad, participar del reparto de utilidades, recibir aguinaldo y prima vacacional, entre otros derechos. Por ejemplo, 83% de las empresas inspeccionadas tenía subcontratada al total de su plantilla y el restante 17% tenía subcontratado al 95.5% (STPS, 20 enero 2021).
“Entendemos que el principal objetivo de la reforma es eliminar prácticas que dañan los derechos laborales y evitar la evasión de obligaciones patronales. En este sentido, los ejecutivos de Recursos Humanos tenemos la tarea de cuidar nuestras contrataciones hasta el mínimo detalle”, señala Reynoso.
Por otro lado, debemos recordar que con el nuevo modelo laboral se cumple con los compromisos adquiridos por México dentro del T-MEC. Dado a esto, también abre una oportunidad para las organizaciones exportadas.
“Finalmente, la reforma ofrece seguridad jurídica no solo para trabajadores y sindicatos, sino para las empresas”, concluye Mauricio Reynoso.