México es la segunda economía más grande de Latinoamérica, además de ser uno de los países con mayor población a nivel mundial; por lo consecuente, cuenta con una gran fuerza laboral. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Nueva Edición), en abril de 2022, la población económicamente activa fue de 59.5 millones de mexicanos, lo que equivale al 60.1% de la población total del país.
El entorno laboral actual es completamente diferente que el de hace un par de años; nuevas regulaciones, mayores expectativas de los trabajadores, escasez de talento, flexibilidad laboral, condiciones demandantes, afectaciones de salud física y mental; son algunos de los aspectos que han hecho que la situación laboral del país haya cambiado de manera notoria, y son esos mismos aspectos los que han definido las tendencias que las empresas y empleadores han hecho su eje a la hora de buscar talento.
El teletrabajo y modelos híbridos Han pasado ya más de dos años desde que el mundo cambió por completo debido a la pandemia y con él la forma de trabajar.
El trabajo a distancia es una tendencia que llegó para quedarse, las empresas se dieron cuenta que ciertas “formalidades” como registrar horas (entradas y salidas) y sentarse ocho horas seguidas en un escritorio, no son garantía del compromiso del empleado y mucho menos de productividad; sin contar la reducción de costos/gastos de los espacios de oficina.
Ya no será suficiente contar con la tecnología, sino también será necesario contar con el personal hábil y competente, especialmente en puestos que tengan que ver con esta transformación (digital); sabemos que no es algo nuevo, pero es algo que ha tomado una mayor relevancia durante los últimos años, las empresas buscan perfiles especializados o que tengan conocimiento profundo en áreas en específico.
Atracción del talento Antes, la dificultad de encontrar y retener talento tenía su origen en el envejecimiento de la población, la resistencia del empleado a la movilidad o a formas de trabajo poco convencionales o incluso a la falta de habilidades y competencias.
Sin embargo, durante los últimos años, después de sufrir una crisis mundial que nos llevó a experimentar nuevos modelos de trabajo, han llevado a las empresas a priorizar las necesidades de los trabajadores, a través del desarrollo continuo, mejores beneficios y políticas incluyendo horarios flexibles, modalidad vía remota, mayor cobertura en cuestiones de salud física y mental, mejora a las prestaciones, entre otros.
Por: Javier Carreño Piñón
Director de Cultura y Estructura Worken.