En el tema de la salud existen muchas áreas de las cuales podemos hablar, en este artículo voy a plantear de manera muy accesible dos aspectos muy importantes: el aspecto nacional/oficial de la atención sanitaria y el otro que es el cuidado que cada uno de nosotros tiene de su salud.
El panorama nacional de atención En la actualidad se vive una dinámica interesante en el sector salud; por un lado, dentro de la llamada medicina “oficial” están los servicios gubernamentales con su evidente saturación, que conlleva toda una gama de carencias desde el diagnóstico hasta el tratamiento y solución de los problemas que presentan sus derechohabientes.
Está también la atención médica privada a la cual sólo un sector de la población tiene acceso y que no por ser pagada deja de tener problemáticas inherentes a la atención sanitaria.
Por otro lado, se puede identificar una creciente presencia de múltiples propuestas complementarias para la atención y tratamiento de diversos padecimientos tanto físicos como psicológicos, cada una de ellas con diferente grado de certificación “oficial” y de efectividad. Hay tratamientos milenarios y también nuevas propuestas, resultado de experimentaciones individuales, que poco a poco acumulan evidencias exitosas.
En fin, que existe en nuestro país un mosaico interesante de posibilidades para que cada individuo se atienda y pueda conservar o recuperar el equilibrio en su salud y con ello contribuir a que nuestra sociedad esté, en lo posible, libre de dolencias. Sin embargo, es evidente que la problemática no ha sido resuelta. “Existe un reto importante para el país, ya que por una parte se debe seguir atendiendo las enfermedades infecciosas o transmisibles para abatir la tasa de mortalidad y, por otra parte, es fundamental implementar acciones encaminadas a disminuir las tasas de mortalidad por enfermedades no transmisibles”.
El panorama individual de atención
Constantemente el cuerpo físico y la mente están fluctuando y logrando el equilibrio en todos sus sistemas. Me refiero aquí a la homeóstasis como el conjunto de procesos de autorregulación que mantienen la relativa constancia del organismo. Si bien es cierto que un estado saludable es oscilante, es decir, que la salud no es estática en el sentido de que se tiene o no se tiene de manera absoluta e invariable, podríamos preguntarnos ¿de qué depende que algunos individuos sean “sanos” o estén “saludables” y otros no? Si la realidad es que todos los organismos cuentan con un sistema de autorregulación orgánica ¿cómo es que algunos enferman y otros no?
Por: Eva Rico Morales
Psicopedagoga y Terapeuta Holística