Reflexiones y enseñanzas tras la recuperación de Acapulco post-Otis

La devastación ocasionada por el huracán Otis en Guerrero no solo alteró el paisaje físico de la región, sino también el esquema de la responsabilidad social corporativa y la sostenibilidad en México. Como ejecutivo, me ha tocado presenciar cómo este desastre natural ha reformulado nuestra comprensión y enfoque hacia la gobernanza ambiental, social y corporativa (ESG).

La magnitud del desafío era enorme. En octubre de 2023, Guerrero se encontró sumido en un caos tras el paso del huracán Otis, un fenómeno de categoría 5 que dejó una estela de destrucción. Las imágenes de Acapulco y otras localidades eran desoladoras: Infraestructuras dañadas, casas destruidas y una comunidad en estado de shock.

Pero en medio de esta tragedia, surgió una respuesta unificada y poderosa que marcó el año como un punto de inflexión en la RSC y ESG en México. La solidaridad mostrada por las empresas fue inmediata y significativa. Telcel y AT&T, por ejemplo, brindaron servicios esenciales de comunicación gratuitos, una iniciativa que refleja un enfoque de RSC enfocado en las necesidades humanas básicas.

Walmart de México y Centroamérica, Grupo Modelo y Grupo Bimbo, entre otros, demostraron su compromiso con la comunidad al proporcionar ayuda sustancial en forma de alimentos y suministros. Como líder empresarial, me impresionó particularmente la manera en que estas corporaciones incorporaron las estrategias ESG en sus respuestas.

Por ejemplo, Aeroméxico no solo se centró en el traslado de ayuda, sino también en la evacuación segura de los más vulnerables. Este enfoque humanitario es un pilar esencial de las prácticas ESG y un ejemplo de cómo las empresas pueden y deben operar en tiempos de crisis.

 El sector hotelero, uno de los más afectados, mostró una notable resiliencia y un fuerte sentido de responsabilidad hacia sus empleados y la comunidad. Fundación Royal Holiday, por ejemplo, garantizó el bienestar de su personal y huéspedes, reflejando su compromiso con ética empresarial y sostenibilidad. La colaboración intersectorial también fue un aspecto clave en la respuesta al huracán Otis. Vimos cómo empresas de diferentes industrias unieron fuerzas con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para maximizar el impacto de sus esfuerzos de ayuda.

 Esta sinergia entre los distintos actores demostró que la eficacia en la gestión de crisis no solo depende de los recursos disponibles, sino también de la capacidad de trabajar juntos hacia un objetivo común. Las empresas mostraron que su rol va más allá de la generación de beneficios económicos; tienen una responsabilidad social y ambiental que cumplir. Esta perspectiva alineada con ESG no solo contribuye a la recuperación de las comunidades afectadas, sino que también fortalece la resiliencia ante futuros desafíos.

En resumen, la experiencia de Guerrero post-Otis es un testimonio del poder de colaboración, solidaridad y responsabilidad corporativa. Como ejecutivo, estoy convencido de que las lecciones aprendidas en 2023 serán fundamentales para moldear el futuro de la RSC y ESG en México y más allá. Las empresas tienen un papel crucial que desempeñar en la construcción de un futuro más sostenible y justo, y el huracán Otis ha reforzado esta verdad con claridad y urgencia.

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Por: Klaus Gérman Phinder

Presidente de la Comisión de RSE de la Coparmex CDMX. Presidente de Ganar-Ganar. Director de Desarrollo Corporativo y Responsabilidad Social de AB Estudio de Comunicación.

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