La transformación digital radica en la utilización e integración de las nuevas tecnologías en los procesos de una compañía, las cuales le permitan responder a los cambios en su entorno, adaptarse a las nuevas necesidades de los clientes y de una fuerza laboral con habilidades digitales, así como generar nuevos modelos de negocios y estructuras empresariales.
Entre estas tecnologías transformadoras están las redes de área amplia definidas por software (o SD-WAN en inglés), que han crecido a pasos agigantados durante los últimos años; muestra de ello, es que se espera que este mercado alcance los US $30,907 millones en 2030. La red superpuesta basada en software mejora la gestión, funcionalidad y seguridad. Sin embargo, existen varmitos engañosos que han distorsionado las capacidades y su rol dentro de una estrategia de red robusta y flexible, evitando que las empresas aprovechen todo su potencial. Por esto, es importante aclarar los mitos y darle el lugar que le corresponde.
Comencemos señalando que si bien -esta red- puede ofrecer valor de diversas maneras, no puede ignorar a la red subyacente. Piense en esta última como si fuera una carretera por donde circula el tráfico de sus datos, mientras que la SD-WAN es el sistema de gestión del tráfico. Independientemente de la cantidad de carriles exclusivos, desvíos y análisis de tráfico y enrutamiento en tiempo real que proporciona, en definitiva, una carretera congestionada y llena de baches seguirá dando como resultado un viaje lento y con mucho traqueteo. Este ejemplo nos servirá en las siguientes líneas para clarificar las ideas.
Focalicémonos en las bases
Dicho de manera sencilla y siendo realistas, la SD-WAN no puede solucionar una mala conexión a internet, sino que se trata de una superposición, lo que significa que se ubica sobre la red subyacente, ya sea MPLS, banda ancha, internet o una combinación, para gerenciar las reglas de enrutamiento, lidiar con escenarios de falla y priorizar el tráfico. Dado que la experiencia del usuario final depende de la calidad de la red subyacente, ninguna solución de gestión del tráfico “inteligente” puede reparar un mal camino.
No todas las conexiones a internet son iguales
Existe una diferencia fundamental entre la banda ancha proporcionada por cable y un servicio de acceso a internet dedicado, entregado por fibra.
Volviendo a la analogía del tráfico, piense en la banda ancha por cable como una autopista pública. Es un servicio compartido donde los usuarios compiten entre sí por el ancho de banda disponible, en la misma infraestructura local. Además, la Internet proporcionada por cable y otros servicios de banda ancha más antiguos, son generalmente asimétricos, lo que significa que hay menos ancho de banda ascendente que descendente. En la era de VoIP, UCaaS y otras ofertas de SaaS alojado, que dependen de un ancho de banda confiable de internet (en ambas direcciones), esto cobra más importancia que nunca.
POR: JAVIER COLUCCI
Gerente regional de productos SD-WAN y Cloud Connectivity. Cirion Technologies