“Toda obra construida actualmente, deberá llevar implícita en su concepción, un compromiso de responsabilidad social y desarrollo humano por parte de los profesionales involucrados en la edificación.”
El deterioro gradual que ha sufrido nuestro medio ambiente, principalmente a causa de las diversas actividades productivas humanas, recientemente ha iniciado un intenso debate internacional con el objetivo de reducir y revertir los efectos negativos que se ocasionan sobre nuestro planeta. A pesar del aumento de conciencia sobre este creciente deterioro medioambiental, es muy poco lo que las estrategias gubernamentales han logrado disminuir a nivel global, por el contrario, nuestro planeta hoy vive un importante aumento del consumo de energéticos que propician la emisión de gases que incrementa la temperatura del planeta y que solo ha desarrollado aún más la crisis energética mundial. El acelerado calentamiento global producto de la emisión de gases de efecto invernadero, ha impulsado al desarrollo de mayor conciencia generacional de respeto hacia nuestro entorno. Es ahora un reto, tanto moral como político, donde académicos y economistas han tenido que incluir al ámbito social. Recientemente, los gobiernos han implementado diversas medidas dirigidas a incentivar el uso de nuevas tecnologías a favor del medio ambiente, así como la posibilidad de recompensar los diversos esfuerzos por minimizar el cambio climático y hacer eficiente el uso de nuestros recursos naturales.
Construcción…más allá de un simple proyecto
Es necesario, que tanto los profesionales de la construcción como los gobiernos, conciban a la construcción más allá de un simple proyecto solucionador de forma y función arquitectónica. La edificación sustentable deberá de comprenderse como aquella que permita aprovechar los recursos naturales con el menor impacto ambiental posible, esto debiendo incluir los procesos de extracción de recursos, su industrialización, la construcción misma y la reducción de residuos producto de ésta, su uso o período de vida útil del edificio, que a su vez permita ahorros energéticos significativos y que finalmente permita considerar su demolición y reúso, vislumbrando para nuevas aplicaciones. A esto lo llamamos Ciclo de Vida. La arquitectura y construcción como actividades de desarrollo social y económico de los países, “generan un impacto en el ambiente durante todo su el ciclo de vida”. Toda obra construida actualmente, deberá llevar implícita en su concepción, un compromiso de responsabilidad social y desarrollo humano por parte de los profesionales involucrados en la edificación.